Todo empezó las ultimas vacaciones de mi ultimo año escolar. en ese momento había tenido tanto tiempo libre como determinación, agarré una libreta y comencé a escribir todas esas historias que me imaginaba a diario.
En una ocasión me preguntaron "¿en qué te inspiras?" no supe que responder; la verdad no me había cuestionado acerca de mi inspiración. Mi respuesta fue un vacío "cuando descubra que me inspira, te daré respuesta a la pregunta".
Hoy puedo responder y decir que No me inspiro en mí, no me inspiro en mis dolores; no, me inspiro en el dolor emanado por las demás personas; me alimento del sufrimiento de cada una de las almas que están cerca mío. Ellos se encargan de sufrir, y yo decoro su sufrimiento, plasmando su humanidad en letras.
En un principio no esperaba mucha aceptación a estos escritos; pero el pasar del tiempo, se ha encargado de llevar mis palabras a una considerable altura; altura que ha sobrepasado mis pobres expectativas.
Extiendo un sentido agradecimiento, por llevar estos escritos más y más lejos. No es mucho en comparación de otros escritores aficionados; pero, para mí ya es mucho.
Para finalizar los invito a seguir ese instinto salvaje que todos llevamos dentro; aventúrense, vayan por el camino difícil y aunque sangren, las cicatrices los harán más fuertes de lo que ya son, gracias les dice este aficionado a muchas cosas, este que se encuentra detrás de este montón de letras.
Rafaa villar.
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